miércoles, 16 de septiembre de 2009

Llamar «hijo de puta» al jefe no es motivo de despido


Pero, por si acaso, no lo intenten


Según informa El Mundo, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha dictaminado la readmisión o indemnización de un trabajador que, en el transcurso de una discusión con su jefe acerca del pago de unas dietas, le llamó «hijo de puta» (o «hijoputa», que en esto no se ponen de acuerdo los cronistas) y «loco». La sentencia establece que la degradación social de la mierda del lenguaje ha provocado que el puto uso de este tipo de expresiones sea ahora corriente, y que, vamos, que hay que ser muy cabronazo o muy gilipollas para pensar que «hijoputa» o «loco» son insultos. Total, que el trabajador ganó el juicio y además tuvieron que pagarle las jodidas dietas.
Visto el precedente legal, suponemos que cientos de miles de trabajadores están pensando en llevar a cabo sus más ocultas fantasías, dirigiéndose a los despachos de sus respectivos jefes para llamarles el nombre del perro. No obstante, queremos advertir que la sentencia es recurrible y, por tanto, recomendar precaución, porque una pistola puede disparar en dos direcciones, y podemos acabar viendo como los jefes te llaman «hijo de puta» o «cabronazo» impunemente.
Bueno, la verdad es que eso ya pasa, pero podría acabar pasando más todavía.

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